«Y llegó el día» – Crónica de la Media Maratón de Donosti por Javi Jiménez

Tras dos años de espera, ya estoy en San Sebastián para participar en la 21ª edición de la Media Maratón de Donosti. Debido al parón que ha tenido el mundo por la pandemia de la COVID-19 parece que todo empieza a coger la rutina anterior aunque sea con mucha cautela y siendo prudentes pero, intentando retomar las costumbres aunque nunca será igual tras lo que hemos vivido.

Haciendo memoria, recuerdo el mes de enero de 2020 en el que formalicé mi inscripción para esta prueba con la ilusión de siempre y con el reto de intentar hacer mi MMP después de más de dos años sin intentarlo en esta distancia. A los dos meses de la inscripción llega la dichosa pandemia pero ante la ignorancia que teníamos en ese momento, la ilusión de poder ir no se pierde a pesar de irse anulando pruebas cada día. Llega la confirmación y se suspende sin saber cuándo se podrá volver a convocar, pero como todo en la vida, llegó. Se fijó en el calendario el día tres de abril de 2022.

La ilusión es la misma o mayor que en el momento que me inscribí. Llego con dos años más pero también es cierto que mucho mejor preparado y habiendo hecho una preparación muy bien planificada por mi entrenador David Carmena con el que llevo desde el verano de 2019.

Y llegó la hora.

Se pone en marcha el día marcado. El despertador suena a las 7:30 h. Desayuno en la habitación del hotel. Me visto y mochila a la espalda camino hacia la salida. Me gusta llegar con tiempo así que a las 8:30 h. tomo café para meter un poco de cafeína al cuerpo y porque apetece. El día se ha levantado con 2ºC de temperatura y chispea.

En la zona de meta ya están preparando todo y tienen puesta la megafonía para recibir a los corredores/as. Paseo por la zona, realizo fotos y me voy metiendo en la carrera. La adrenalina va subiendo, necesaria para competir.

A las 9:15 h. dejo la mochila en el ropero y a calentar para empezar con chispa la carrera y evitar lesiones. El tiempo acompaña, ya ha dejado de llover, el termómetro marca 5ºC y está amainando el viento tan molesto para correr.

El ambiente va en aumento, ya están prácticamente la mayoría de corredores/as por las inmediaciones y desde megafonía llaman a colocarse en la zona de salida.

Y llegó el momento.

Las 10 h. y pistoletazo de salida. A correr.

El objetivo marcado es intentar conseguir MMP, había que bajar de 01:28:40 conseguido en la Media Maratón de Latina en Madrid. Ambicioso pero no imposible.

Salgo tras la liebre que marca 01:25:00 y hasta el km. 6 voy con ella. Mi cabeza en ese momento me pide bajar algo el ritmo puesto que voy bastante más rápido de lo marcado y dejo unos metros de distancia pero siempre teniéndola a la vista. Mi competitividad no me permitía dejarla ir aunque mi cabeza decía “ten prudencia no vaya a ser que lo pagues al final”.

Llega el km. 10 y lo paso en 40:15. Más rápido de lo esperado pero me siento bien de fuerzas y sobre todo sigue mandando más el ímpetu que la cabeza. Sigo viendo a la liebre. Cuando se pasa bajo el arco de salida comienza la segunda vuelta al circuito.

Pasamos el km. 15 y aquí empieza la verdadera prueba. A partir de este momento es cuando todo empieza a flaquear. Piernas, respiración y sobre todo la cabeza. Voy bien y sin perder de vista a la liebre.

El km. 17, para mi siempre ha sido el punto de inflexión y hoy no iba a ser menos. Aquí ya se nota el cansancio y es donde empieza a mandar más la cabeza que las piernas. El ritmo baja, pero las piernas siguen luchando para intentar conseguir un objetivo más ambicioso del marcado antes de empezar.

Se pasa el peor momento en cuanto veo el cartel del km. 20. Es hora de dar todo lo que queda, enfilar la recta larguísima de llegada a meta, pasar el arco a lo grande y orgulloso del trabajo hecho durante los meses anteriores.

Y llegó el final.

Arco de meta. Mirada al crono. Y satisfacción por la carrera hecha. El reloj se para en 01:25:06.

MEJOR MARCA PERSONAL.

Solamente me queda agradecer mi resultado a todos los que integran el club. Cada uno de nosotros/as aportamos a este proyecto un granito de trabajo y esfuerzo.

Agradecer a nuestro entrenador el tiempo y trabajo que nos dedica.

Agradecer sobre todo a mi mujer que es quien sufre el tiempo que dedico a mis entrenamientos y quien me acompaña cuando las carreras son fuera de Madrid. Su apoyo y compresión por lo que me gusta es esencial.

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