Desde que vi esta carrera anunciada en redes sociales, automáticamente pasó a la carpeta del ordenador dónde voy guardando y ordenando las carreras disputadas y las que vendrán… y casi si me descuido, me quedo sin dorsal, esperando a ver como me funcionaba el invento de la doble plantilla, no me había inscrito por si acaso y resultó que me inscribí pocas horas antes de que se agotasen los dorsales.
No estoy seguro si habrá segunda edición (¿centenario +1?, suena raro), o si se irán variando recorrido en función de las líneas de metro que vayan cumpliendo años (Mapoma, ahí dejo la idea), pero desde luego, ésta había que aprovecharla.
Con motivo de la celebración este año 2019 del centenario de la primera línea de metro de Madrid, la idea era más que sugerente, recorrer un trazado similar por superficie, uniendo Cuatro Caminos y Sol en poco más de 5,50 kilómetros con un perfil de carrera muy favorable.
Recogida del dorsal el sábado en la estación de metro de Sol y a madrugar el domingo para llegar con tiempo y aparcar en las inmediaciones de la salida, en Cuatro Caminos, pues intuía que no iba a ser fácil encontrar un hueco… pero la verdad, no tardé mucho.
Esta mañana, estaba tremendamente pesado, ayer fue un día de comilonas familiares y me barruntaba una carrera sin pena ni gloria y para colmo, cero grados a la hora de salida.
La salida estaba ubicada en la mismísima Glorieta de Cuatro Caminos y el pelotón de corredores nos distribuíamos a lo largo de la Calle de Bravo Murillo, poco antes, viene a mi encuentro Pepe, que le está cogiendo mucho vicio a esto de correr y no se pierde una, nos hacemos unas fotos de postureo previo a la salida y nos vamos preparando para el momento.
(METRO DE CUATRO CAMINOS) La salida a las 9:00 y bajada a toda leche (literal) por la Calle de Bravo Murillo, según la organización 2000 corredores pero la amplitud de la calle permite ir progresando sin demasiados problemas, aunque no faltan los cruces sin mirar de corredores o lo que me ha parecido más alucinante (y peligroso), una niña en patines sujeta por dos adultos (asumiremos que sus padres) que con la pendiente de la calle iba algo asustada, pero problema era el obstáculo móvil que formaban en mitad de la calle.
Como digo, a toda leche, desde parado, cubro el primer kilómetro (METRO CANAL) en mi mejor parcial de la mañana, a 4:51 min/km, no soy consciente del ritmo hasta que el reloj vibra y lo veo e inconscientemente he aflojado un poco, la carrera era corta, pero con tanta bajada es preciso dosificar o se puede uno quedar frito a mitad.
Continuamos bajando por la Calle de Bravo Murillo hasta la Glorieta de Quevedo (METRO QUEVEDO), 1,50 km y encaramos la Calle de Eloy Gonzalo, aunque por un momento durante la carrera la confundí con la Calle Almagro, llegando exactamente al segundo kilómetro en el cruce con la Calle de Santa Engracia (METRO IGLESIA) y encarando el Paseo del General Martínez Campos, este tramo es el que tenía un poquito de pendiente ascendente, pero la verdad es que nada del otro mundo, ritmo de 5:14.
Kilómetro 2,50 y giramos 90º a la derecha, Calle de Zurbano, de nuevo bajada muy cómoda y rápida, tercer kilómetro a 5:06 min/km y ahora sí, Calle Almagro para entrar en la Plaza de Alonso Martínez (METRO ALONSO MARTÍNEZ) y recorrer la Calle Sagasta con una ligerísima pendiente ascendente hasta la Glorieta de Bilbao (METRO BILBAO) y completar el cuatro kilómetro (5:13 min/km) en el giro a la izquierda hacia la Calle de Fuencarral.
Nunca había corrido por la Calle de Fuencarral, he andado mucho por ahí, pero nunca correr… el único inconveniente aparece en el punto en el que la calle pasa a ser peatonal (METRO TRIBUNAL), se pierde el asfalto y el solado es de granito con cierta tendencia a resbalar cuando está mojado y en algunas zonas estaba mojado.
Recorremos toda la Calle Fuencarral y aparecemos en la Gran Vía, es el primer punto de la carrera en el que nos da el sol de lleno, cosa que se agradece, personalmente, que siempre o casi siempre corro de corto, llevaba los brazos insensibles del frío que hacía. Giro de casi 90º a la derecha y estamos en Gran Vía (METRO GRAN VÍA), pequeño repecho (el último, pero vamos, que ha sido un trazado muy favorable, una gozada) que termina en el kilómetro 5 (5:19 min/km, el peor parcial, seguramente por tomar algo de precaución en Fuencarral) y ya se divisa la Plaza del Callao.
Mientras recorríamos la Calle de Fuencarral, intentaba recordar el trazado y tenía dudas si llegaríamos a Sol por la Calle de la Montera o por la Calle de Preciados, pero al ir viendo a los corredores girar hacia Gran Vía ya sabía que nos esperaba Preciados.
Alcanzamos la Plaza del Callao (METRO CALLAO) y aprieto los dientes, son 300 metros de bajada, con solado también un poco resbaladizo y mojado, pero es que nada más atravesar la Plaza se veía perfectamente al fondo de la Calle de Preciados el arco de meta, de nuevo un todo un lujo poder correr por una calle tan emblemática de Madrid y que esté dispuesta para nosotros durante un rato… aprieto y alcanzo la meta en 28:49 para 5,64 km lo que supone un ritmo final de 5:07 min/km.
No es mi estado de forma real, no son mis parciales ni tiempos reales, pero es una gran alegría para el cuerpo ver ritmos así. Me giro a ver si viene Pepe y efectivamente, llega un poco después, muy contento pues el recorrido es una pasada y el perfil ayuda a que hayamos hecho buenos tiempos… de hecho, mi posición de llegada en la general ha sido la 502 de 1648 participantes, significa estar en el 30% del total, un porcentaje en el que solo he estado en otros momentos de forma mejores.
Nada más cruzar meta, nos encontramos con Marcos (Mapoma Ambassador), charlamos un rato, llega Laura (otra Mapoma Ambassador), charlamos otro poco y también llegan Jesús y Naiara (más Mapoma Ambassador)… y José Antonio, un cliente runner que me encuentro de vez en cuando.Alguna que otra foto para el postureo posterior a la carrera y ciertas dudas si acometer el plan original (volver al coche al trote) o coger el metro y, como soy consciente que hoy he forzado la maquinaria y tenía un ligero pinchazo en el tobillo, toca conservar y usar esa línea de metro centenaria que hoy homenajeaba esta carrera.