A las 10:30 se da la salida a las categorías alevines, infantiles y cadetes, como he llegado con tiempo, me acerco a meta a animar a los chavales y remoloneo por los alrededores de la salida calentando ligeramente en la Avenida del Marqués de Corbera, charlando con algunos corredores anónimos y con un par de corredores conocidos, “sospechosos habituales” en esto de correr, me alegra especialmente encontrarme con un antiguo compañero de trabajo que me cuenta sus peripecias en un trail pocas semanas antes con un desnivel brutal (más de 3.500 mts) y mientras charlamos se da la salida a la prueba en la mencionada Avenida del Marqués de Corbera y, nada más salir, giro a la derecha y la primera subida importante, Calle de Ricardo Ortiz, un kilómetro de subida intensa con pocos metros de falsos llanos intercalados que permiten coger algo de resuello, al poco de comenzar la subida me emparejo con María Caballero, otra corredora habitual, una verdadera jabata… hace poco más de una semana que nos vimos en otra, en la Nocturna de Canillejas, el caso es que ambos estamos en la carrera en plan novatos, nunca antes la habíamos corrido y vamos viendo como es el recorrido, al que había que darle una segunda pasada.
Dejamos la Calle de Ricardo Ortiz y volvemos a girar a la derecha para encarar la Avenida de Daroca, que sigue picando hacia arriba prácticamente hasta el cruce con la calle Altamira, más o menos recorrido de kilómetro y medio subiendo unos 36 metros de desnivel y mucho calor, continuando en la Avenida de Daroca al paso elevado sobre la Avenida del Marqués de Corbera, aunque se suceden falsos llanos y toboganes, en ese punto del paso elevado soy consciente del calor que está haciendo.
En la Plaza de Agustín González dejamos la Avenida de Daroca para afrontar la Avenida de las Trece Rosas, o lo que es lo mismo, otra recta tremenda con perfil ascendente en su mayor parte, en la Plaza el gps me marca el segundo kilómetro y toca afrontar la nueva avenida dejando la tapia del Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena a la izquierda, prácticamente un kilómetro recto, al sol y con perfil ascendente… llegando a la mitad de la avenida, quedando a la derecha las cocheras de la EMT le digo a María que en la segunda vuelta voy a pasarlo mal en ese tramo.
Nuevo giro a la derecha para encarar la Calle Santa Irene, Calle del Poeta Blas de Otero, Calle de Santa Felicidad, continuos sube y baja que tras todo lo subido hasta el momento, ya no era lo peor de la carrera, lo peor estaba por llegar (segunda vuelta); la Calle se Santa Felicidad gira a la izquierda para desembocar de nuevo en la Avenida del Marqués de Corbera, dejando a la izquierda la boca de Metro de La Elipa, cuarto kilómetro y nos lanzamos avenida abajo conscientes de que hay que dar una segunda vuelta.
Pasamos bajo la pancarta de meta marcando aproximadamente 4,80 kilómetros, por lo que al final no serán 10 kms, el calor va en aumento, el esfuerzo se nota y con todo, la primera vuelta sale a unos 5:33 min/km que, sinceramente, me sorprende muy positivamente, ligeras molestias en la rodilla derecha, pero en caliente, apenas las noto.
Toca afrontar la segunda vuelta y toca repetir el mismo recorrido descrito, al comenzar a encarar de nuevo la subida de la Calle de Ricardo Ortiz le digo a María que si quiere tirar que lo haga, que voy muy justo… así lo hace, poco a poco me coge unos metros pero llega un punto en el que empiezo a mantener la distancia, sobre todo cuando tras acabar de subir la Calle de Ricardo Ortiz me vierto la botella de agua del avituallamiento (por cierto, perfecto por parte de la organización, varios puntos de avituallamiento en el recorrido) prácticamente entera por encima (como en casi todas las carreras en verano, salí con agua congelada para hidratarme) y me rehago, tomo como referencia la espalda de María y poquito a poco voy restando los metros de diferencia, sin mirar el reloj, sin comprobar si íbamos o no más rápidos que la primera vuelta (estaba convencido que no íbamos más rápidos).
Poco después de volver a encarar la Avenida de las Trece Rosas alcanzo a María y en ese punto creo que no voy a poder más, que va a ser llegar y volver a perderla pero esta vez de manera irremediable… precisamente en el punto en el que una vuelta antes le decía que en ese preciso momento en la segunda vuelta iba a ir fastidiado… pero no ha sido así, María me ha espoleado y nos hemos machacado hasta meta entrando con un ritmo de 5:26 min/km, ritmo con el que me encuentro muy satisfecho (y con la rodilla derecha dolorida), ritmo que a María le ha servido para ser segunda en su categoría.
En resumen, carrera muy chula, carrera de barrio, con gente volcada animando y carrera con calor, ideal para correr pero ojalá en otras ediciones sea un poquito más pronto.