Para nosotros la San Silvestre Mostoleña es una carrera especial. Nuestro Club nació en Móstoles, entrenamos en Móstoles, y gran parte del Club vive o tiene sus raíces en esta ciudad madrileña. Y el 28 de Diciembre lo tenemos marcado como el día de la San Silvestre, nuestra San Silvestre. Fecha que también marcamos para hacer la Cena de Navidad del Club, pero que este año y viendo el avance de la nueva variante del COVID-19, decidíamos cancelar hace 2 semanas.
Y así llegaba la fecha marcada. Gran parte de nuestros corredores quedábamos a las 17:45 en la Pza. del Ayuntamiento aunque alguno se adelantaba para ver correr a nuestra pequeña Salomé que competía en las carreras infantiles. Faltaba gente (trabajos, viajes y compañeros doblando trabajos ante las bajas por este maldito virus). Pero los ausentes también estaban allí: en nuestras cabezas y en cada zancada. Fotos de rigor, calentamiento y a la salida.
Esta vez salíamos atrás del todo. Si ya de por sí esta carrera nos la tomamos como una fiesta, esta vez evitábamos la masificación aguantando la mascarilla hasta el kilómetro 1 que los corredores se iban dispersando. Porque sí se puede correr y hacer carreras en estos tiempos. Porque las empresas de eventos y clubes deportivos también tienen que subsistir. Porque correr y las carreras no son el problema, más bien correr es deporte, deporte es salud, las carreras fomentan el deporte y la salud y fomentar la salud si son la solución para, si llega el caso, poder afrontar el virus de una manera más sana.
Hoy no hablamos de marcas personales ni de tiempos. Nuestros corredores vivieron cada uno de los 8K de esta carrera arropados por el público: nuestros vecinos y amigos, que no pararon de jalear nuestros nombres y el de nuestro Club. Pero en esta crónica vamos a mencionar a 3 corredores que ayer vivieron una jornada aún más especial.
Mego y Bárbara han pasado hace unos días el COVID-19 y allí se presentaron. 8K de fatiga por un virus que les ha dejado para el arrastre. Pero si el virus no ha podido con ellos ninguna carrera podrá tampoco. Arropados y animados por sus compañeros de Club llegaron a meta como auténticos campeones.
Y Cris. Cris lleva con nosotros un año con el objetivo de disfrutar corriendo. Para Cris 8K es un auténtico reto, pero, a su ritmo y dicen que la última, llego a meta. Escoltada por sus compañeros de Club y por la policía local de Móstoles cómo lo hacen los campeones en sus grandes retos o como hizo Eliud Kipchoge en el reto INEOS. Porque esto de los corredores populares no va de grandes marcas, sino de retos y superación personal disfrutando con nuestro deporte.
Terminada la carrera tocaba el reparto de los regalos navideños a nuestros corredores, risas y anécdotas. Echando en falta a nuestros compañeros que no pudieron venir por trabajo, porque estaban supliendo a compañeros con COVID, porque estaban fuera incluso de España. Pero allí estaban mandándonos whatssaps o como en el caso de Paloma haciéndose sus propios 8K por la mañana antes de trabajar. Ese es el espíritu de este Club. De esta familia que crece cada día más y en el que nuestro entrenado David Carmena nos aconseja y entrena para mejorar cada día, pero sobretodo, para ser auténticos corredores felices. Y el año que viene …. VOLVEREMOS